HORARIO DE SERVICIOS. SEDE: EL TEMPLO DEL CARMEN, BARRIO DEL HUESO. CAPILLAS: NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE. BARRIO DE LAS CRUCITAS; SAN JUAN PABLO II, EN LO MAS ALTO DEL CERRO DE LA MIRA, COLONIA JUAN N. ALVAREZ; BEATO BARTOLOME DIAS-LAUREL EN EL BARRIO DE EL POZO DE LA NACION.

jueves, 26 de julio de 2012

JUEVES 26 DE JULIO DE 2012: MISA DE ENVIO DE LOS JOVENES CARISMATICOS DE ACAPULCO QUE PARTICIPARAN EN EL ENJES PUEBLA 2012

HOY JUEVES 26 DE JULIO DE 2012 A LAS 6 P. M. HA TENIDO LUGAR LA MISA DE ENVIO DE LOS JOVENES CARISMATICOS DE ACAPULCO QUE PARTICIPARAN EN EL XXVII ENCUENTRO NACIONAL DE JOVENES EN EL ESPIRITU SANTO (ENJES PUEBLA 2012)
ENTUSIASTAS , MAS DE SEIS AUTOBUSES SE PREPARAN PARA SALIR Y PARTICIPAR ESTE FIN DE SEMANA EN ESA IMPORTANTE EFUSION DEL ESPIRITU

miércoles, 18 de julio de 2012

PROCESION MARITIMA CON NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, LA ESTRELLA DEL MAR.


LAS FIESTAS EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE CARMEN NO TERMINAN.

EL MIERCOLES 18 DE JUNIO DE 2012 EN PUNTO DE LAS 8 A. M. UN GRUPO DE 50 FIELES  REALIZARON EN EL YATE DINKA UN RECORRIDO DE FE CON LA IMAGEN PEREGRINA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN SOBRE LA BAHIA DE SANTA LUCIA. 

ASI LA ESTRELLA DEL MAR (STELLA MARIS) 
BENDIJO A LA CIUDAD Y PUERTO DE ACAPULCO.

UN SENCILLO RECORRIDO NOS LLEVO DEL PARQUE DE LA REINA DONDE EMBARCAMOS EN EL YATE DINKA AL ISLOTE DE LA YERBABUENA AL ALTAR DE SUBMARINO DE LA REINA DE LOS MARES DE ACAPULCO.

CON FE LOS FIELES DIRIGIDOS POR LA PRESIDENTA DEL MOVIMIENTO DE LA LLAMA DE AMOR DEL INMACULADO CORAZON DE MARIA CECILIA BUSTOS REZARON EL SANTO ROSARIO POR LA PAZ EN ACAPULCO Y EN EL PAIS.

martes, 17 de julio de 2012

FIESTA DEL CARMEN 2012 EN EL BARRIO DEL HUESO

EL BARRIO DEL HUESO HA CELEBRADO A SU CELESTIAL PATRONA: NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN.

Durante este fin de semana, sábado 14, domingo 15, y el lunes 16, el Barrio del Hueso en el centro de la ciudad y puerto de Acapulco, ha celebrado junto con toda la Iglesia la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, Estrella de los Mares. Esta devoción viene del Monte Carmelo, en Israel o Tierra Santa
En este monte mientras rezaba el profeta Elías vio en la cima una pequeña nube que fue creciendo y se convirtió en lluvia la cual alegró al pueblo que llevaban 36 meses sin agua. Esa nube que apareció en el Monte Carmelo era el anuncio de María, madre de Cristo, que "traería la más grande lluvia de gracias a los pecadores". Además, Carmen significa tierra fértil que produce muy buenos frutos.

Desde muchos siglos se reunieron en el Monte Carmelo varios monjes a rezar, y la gente los llamaba carmelitas. Estos religiosos le tenían una gran devoción a la Virgen y le erigieron un templo en ese lugar.
Siguiendo esta celebración, en diferentes lugares del mundo como el Barrio del Hueso se realiza una procesión acompañada por los devotos de Nuestra Señora.

Este año, por primera ocasion la Imagen Peregrina de la Virgen del Carmen, será trasportada por el Yate Dinka, por la espléndida Bahía de Santa Lucía en Acapulco, para implorar la paz sobre la ciudad y el puerto, el miércoles 18 de julio en punto de las 8 a. m.

Asimismo para la ocasión, y en sintonía con el Año de la Fe, la Conferencia del Episcopado español publicó un mensaje titulado "Apóstoles del mar Testigos de la Nueva Evangelización", que fue reflexionado por la Parroquia en Acapulco.

En el texto, que firma Mons. Luis Quinteiro Fiuza, se recuerda "que es María la gran educadora, Estrella del Mar, la que nos guía por las aguas difíciles de la vida, de una manera especial en estos momentos difíciles que pasa la humanidad".

El sábado 14 de julio se dio la apertura de la fiesta en el Barrio del Hueso, con las mañanitas y la Santa Misa a las 6 a. m. y por la tarde, Santa Misa a las 6 p. m. y al terminar, procesión por las calles del centro de la ciudad. Posterior a la procesión, un alegre convivio con kermés, organizado por el encargado de Barrios Histórico, Ingeniero Zúñiga y Viccko Torres con sus valets de jóvenes.

El domingo 15 de julio aparte de las misas dominicales, se tuvo las mañanitas y la Santa Misa a las 6 a.m. y kermés durtante todo el día organizada por las asociaciones de la Parroquia.
Por la tarde el Excelentísimo Señor Arzobispo de Acapulco Monseñor Carlos Garfias Merlos presidió la Santa Misa de la Vigilia, a las 6 p. m. en la homilía recalcó que la devoción a Nuestra Señora del Carmen fue vivida personalmente desde su niñez e inculcada por su piadosa Madre.
Posterior a la Santa Misa se volvió a realizar una procesión con la Imagen Peregrina por el primer marco de las calles de la Parroquia, y despúes el alegre convivio como el día anterior, esta ocasión todo terminó con los juegos artificiales: castillo y toritos.


El lunes 16 las mañanitas comenzaron en punto de las 5. 45 a.m. amenizadas por el mariachi, quien también cantó la santa Misa solemne.
La kermes se tuvo durante todo el día y por la tarde el convivio como en los días anteriores, que terminó con, los juegos artificiales: castillo y toritos.
En punto de la 1 p. m. fue la Misa Concelebrada por 9 sacerdotes, y acompañada por dos diáconos. Predicó en la homilía en Presbítero Salvador Humberto Cisneros Preciado, quien es el constructor de la nueva Catedral, y quien se encuentra de plácemes en la víspera de celebrar sus Bodas de Plata Sacerdotales.

Todos los festejos estuvieron marcados por un grande entusiasmo, una piedad especial que vio con júbilo la restauración en días pasados de la preciosa Imagen de la celestial Patrona, y sobre todo el deseo que que sea María nuestra paz, tan necesaria en nuestro sufrido pueblo de Acapulco.

La corona de la Imagen de Nuestra Señora del Carmen en el Barrio del Hueso, precisamente porta ese deseo: POR TU IGLESIA, Y POR LA PAZ MUNDIAL, y la corona del Divino Niño Jesús, remata: ¡TE ROGAMOS SEÑOR!

lunes, 16 de julio de 2012

FESTIVIDADES 2012 EN HONOR A LA VIRGEN DEL CARMEN EN EL BARRIO DEL HUESO


TODO EL MES DE JULIO 
DEDICADO A LA VIRGEN DEL CARMEN 
SANTA MISA DIARIA 6 P. M. 

DEL DOMINGO 8 AL LUNES  16 MAÑANITAS A LA SANTISIMA VIRGEN Y SANTA MISA A LAS 6 A. M.

> > > SABADO 14 DE JULIO DE 2012 < <<

Apertura de la Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen.

6 p. m. Santa Misa. Terminando la Misa procesión  por las calles de la Parroquia.


Kermés por la tarde.


* * * DOMINGO 15 DE JULIO DE 2012 * * *

6 a. m. Mañanitas y Santa Misa.

Las demás Misas como de costumbre 8 a. m.; 12 hrs. y 

6 p. m.Solemne Concelebración presidida por el Arzobispo de Acapulco Monseñor Carlos Garfias Merlos.

Al terminar la Santa Misa procesión por las calles de la Parroquia


Kermés todo el día, por la tarde programa de bailables organizados por Encargado de Barrios Históricos y Vickos Dance, al final del día castillo y pirotecnia.


+ + + LUNES 16 DE JULIO DE 2012 + + +


 5 . 30 a. m. Mañanitas con el Mariachi.
6 a. m.  Santa Misa.
6 . 45 a. m. Mañanitas con otro mariachi.


1 p. m. Solemne Concelebración con los presbíteros de la ciudad y puerto de Acapulco.


6 p. m. Santa Misa.


Kermés todo el día, por la tarde programa de bailables organizados por Encargado de Barrios Históricos y Vickos Dance, al final del día castillo y pirotecnia.


¡TE ESPERAMOS!

¡VIRGEN DEL CARMEN, ESTRELLA DEL MAR, PROTEGENOS!


¡VIRGEN DEL CARMEN, ESTRELLA DEL MAR, PROTEGENOS


jueves, 12 de julio de 2012

IN MEMORIAM: SEÑORITA IRENE OBE, ENTUSIASTA DEVOTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN EN LOS ORIGENES DE LA PARROQUIA




IN MEMORIAM: SEÑORITA IRENE OBE.


En los orígenes de la Parroquia la Señorita Irene Obé se encargó de llevar una Imagen peregrina de la Virgen del Carmen a visitas domiciliarias para colectar fondos y con la colecta mandó el Señor Cura Don Jorge Parra Martínez a hacer la Imagen grande actual de la Santísima Virgen a la Ciudad de México y con eso se compró también su Ornamentación, el año de 1950.

¡VIRGEN DEL CARMEN, ESTRELLA DEL MAR, PROTEGENOS!


martes, 10 de julio de 2012

CONSAGRACION A LA VIRGEN DEL CARMEN.


Consagración a la Virgen del Carmen

El devoto de la Virgen del Carmen procurará cada día -cuando mejor pueda- hacer esta consagración a su Madre:

+ + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + +
"! Oh, María, Reina y Madre del Carmelo! Vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios a través de tus manos.
Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mi la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.
El santo escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mi prenda de tu particular protección en luchas de cada día y constantemente me recuerdes el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.

De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.

¡Oh, Madre amabilísima! Sosténme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo".

Amén

domingo, 8 de julio de 2012

¡VIRGEN DEL CARMEN ESTRELLA DE LOS MARES! ¡PROTEGENOS!


MAÑANITAS EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN


MAÑANITAS EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
Compositor: Monseñor Silvino Moreno Rendón.
Arreglos: Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

DESPIERTA VIRGEN DEL CARMEN
QUE DESDE EL MONTE CARMELO
QUIERES LLEVARNOS AL CIELO
POR ESO AHORA TE AMA.

LLEGAMOS ESTA MAÑANA
CON FE Y GRAN DEVOCION
Y CON FERVIENTE ORACION
DE QUIEN EN VERDAD TE AMA.

TU ESCAPULARIO PORTAMOS
POR SER SIGNO DE TU AMOR
AUMENTA NUESTRO FERVOR
AL SALUDARTE SEÑORA.

RECIBE MADRE QUERIDA
NUESTRA ORACION MATINAL
QUE ES GRAN PRUEBA Y SEÑAL
DE TODA NUESTRA VIDA.

BENDICE A TUS DEVOTOS
DULCE MADRE CELESTIAL
LIBRANOS DE TODO MAL
PUES TU VIVES CON NOSOTROS.

TU HERMOSO ESCAPULARIO
NOS DEFIENDE DEL INFIERNO
NOS MUESTRA TU AMOR PLENO
Y DESBORDA NUESTRO PECHO.

TU SABES QUE TE AMAMOS
POR TUS GRANDES BENDICIONES
NOS INSPIRAS SENTIMIENTOS
QUE AHORA TE EXPRESAMOS.

MADRE DEL CARMEN TE AMAMOS
Y ESPERAMOS PROTECCION
PUES ES SIEMPRE TU MISION
QUE EN EL CIELO TE VEAMOS.

AQUI EN EL BARRIO DEL HUESO
ERES CELESTIAL PATRONA
ERES ESTRELLA DEL MAR
ACAPULCO ES TU CORONA.

ELIAS ES EL PROFETA
QUE QUEREMOS IMITAR
VIVIR DE FE EN EL DIOS VIVO
Y CUMPLIR DE DIOS LA LEY.

MADRE DEL CARMEN TE AMAMOS
Y ESPERAMOS PROTECCION
PARA TENER DEVOCION
Y EN EL CIELO NOS VEAMOS.

sábado, 7 de julio de 2012

¡SALVE, OH REINA!



Sábado a sábado, la comunidad parroquial al terminar la Santa Misa se reúne en torno a la Sagrada Imagen, conforme a la costumbre del Carmelo para cantar la Salve Regina.


¡Salve Regina!
Vicente Alejandro Guillamón. Tomado del blog religionenlibertad.com

Parte del entrañable devocionismo mariano
dejó paso a una cierta piedad hirsuta,
supuestamente esencialista,
más propia del luteranismo
o de otras confesiones protestantes
más que católicas.

Rebuscaba en fechas recientes entre los numerosos carnetes de mis pertenencias múltiples –académicas, sindicales, asociativas, políticas, apostólicas, etc.- aquellos que me permitiesen acreditar mi condición de periodista –graduado en la antigua Escuela Oficial de Periodismo y con sesenta años largos de ejercicio profesional a cuestas-, y me tropecé con la tarjetas, foto incluida, de “aspirante” y luego miembro de la Juventud de Acción Católica. Al releerlas, algo se removió en mi interior, pero no tanto por la lejanía de una edad quieras que no añorada, sino por la pérdida de ciertas prácticas o devociones piadosas que los vientos desérticos postonciliares se llevaron por delante.

En los lejanísimos años de mi “militancia” –palabra horrorosa de resabios marxista- en la JAC, raro era el acto piadoso o litúrgico que no rematáramos con el canto de la “Salve Regina”, entonces en latín, como era casi toda la liturgia. “Salve, Regina, Mater misericoridiae; vita dulcendo et espes nostra, salve...” Tal vez no entendiéramos exactamente todo lo que decíamos, pero nuestro corazón lo comprendía perfectamente, en especial su sentido balsámico y suplicante.

Cierto que la Salve es una oración algo tremendista, apropiada para tiempos tremendos, angustiosos (...”a ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”...). De incierto origen medieval, venía a ser refugio o remanso de almas dolientes, agobiadas por acontecimientos más externos que íntimos, más sociales que personales. Quiero recordar de haber leído alguna vez en alguna parte, que la plegaria original la creó un monje de un monasterio gallego en plena y furiosa invasión musulmana. Tiempos rudos y violentos aquellos, pero históricos, es decir, para nosotros, no actuales, mas para otros cristianos de áreas más orientales, por desgracia, plenamente vigentes. De todos modos, para los católicos del mundo cultural en el que vivimos, la Salve nos parece un tanto irreal, extemporánea, casi fastidiosa. Hoy las gentes no están por el sufrimiento, por la resignación ante las adversidades, por la fatalidad que el rodar de la vida nos asigna a cada uno. Ciertamente no es época de “Lolos”, de santos sufrientes aunque siempre alegres, al modo del beato jienense Manuel Lozano Garrido. Ahora lo que prevalece es el hedonismo, el pasarlo pipa, la buena vida, el goce sin límite del cuerpo más que del alma.

Tras el Concilio Vaticano II, no pocos de sus intérpretes quisieron poner el reloj de la Iglesia tan a la hora del mundo secular, que hasta se dejaron contagiar por algunos pecados de la sociedad secularizada. Parte del entrañable devocionismo mariano dejó paso a una cierta piedad hirsuta, supuestamente esencialista, más propia del luteranismo o de otras confesiones protestantes que católicas. En cierta ocasión visité, invitado por un buen amigo anglicano, al obispo de la Iglesia reformada episcopaliana española, don Ramón Taibo, fallecido hace unos diez años, que vivía frente a lo que hoy es el disparatado Tribunal Constitucional, y oficiaba en la Iglesia de esta denominación de la calle de la Beneficencia de Madrid. Don Ramón, que sería un santo varón, digo yo, en las primeras de cambio de nuestra conversación me soltó: “Ustedes, los mariólatras”. Me mordí la lengua para no contestarle como se merecía, pero obviamente, no volví a visitarle. A veces, sin embargo, me pregunto si nuestra devoción a María no ha sido arrinconada, por algunos curitas, al cuarto de los trastos viejos de las sacristías. Desde luego, nada de cantar la Salve, Regina, al final de los actos litúrgicos o piadosos. ¿Se trata de una oración de viejos nostálgicos?

miércoles, 4 de julio de 2012

ORACION A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN




ORACION A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

         Virgen María, madre y reina del Carmelo, unida de modo admirable al misterio de la Redención. Tú has acogido y conservado en el corazón la palabra de Dios y has perseverado orante con los Apóstoles a la espera del Espíritu Santo.

         En ti, como en una imagen perfecta, nosotros vemos realizado cuanto deseamos y esperamos ser en la Iglesia.

         ¡Oh Virgen María mística estrella del Monte Carmelo! Ilumínanos y guíanos en el camino de la caridad perfecta; atráenos a la contemplación del rostro del Señor.

         Cuida con amor de todos nosotros revestidos de tu Santo Escapulario, signo de tu protección, y que tu presencia nos ilumine en nuestro camino, y nos haga llegar al monte de la salvación que es Cristo, Hijo tuyo y Señor nuestro.

         Amén.

CARTA APOSTOLICA MOTU PROPRIO "STELLA MARIS" SOBRE EL APOSTOLADO MARITIMO, DE JUAN PABLO II



CARTA APOSTOLICA
MOTU PROPRIO
STELLA MARIS
SOBRE EL APOSTOLADO MARITIMO
del Beato Papa Juan Pablo II
31. Enero. 1997



"Stella Maris" es, desde hace mucho tiempo, el título preferido con el que la gente del mar se dirige a la Virgen María, en cuya protección siempre ha confiado. Jesucristo, su Hijo, acompañaba a sus discípulos en los viajes en barca (cf. Mt 8, 23-27; Mc 4, 35-41 Lc 8, 22-25), les ayudaba en sus afanes y les calmaba las tempestades (cf. Mt 14, 22-33; Mc 6, 47-52; Jn 6, 16-21). Así también la Iglesia acompaña a los hombres del mar, preocupándose de las peculiares necesidades espirituales de esas personas que, por motivos de diversa índole, viven y trabajan en el ambiente marítimo.

Con el fin salir al encuentro de las exigencias de la peculiar asistencia religiosa que necesitan los hombres que trabajan en el comercio marítimo o en la pesca, sus familias, el personal de los puertos y todos los que emprenden un viaje por mar, actualizando las normas dadas en los años anteriores, y después de haber escuchado el parecer de nuestro venerable hermano presidente del Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes, establecemos cuanto sigue:

TÍTULO I

La Obra del Apostolado del Mar

I. La Obra del Apostolado del Mar, a pesar de que no constituye una entidad canónica autónoma con su propia personalidad jurídica, es la organización que promueve la atención pastoral específica dirigida a la gente del mar y está orientada a sostener el esfuerzo de los fieles llamados a dar testimonio en ese ambiente con su vida cristiana.

TÍTULO II

La gente del mar

II. 1. En este documento, se entienden con el nombre de:
a) Navegantes, los que se encuentran en barcos mercantes o de pesca, y los que, por cualquier motivo, han emprendido un viaje por mar.

b) Hombres de mar: 1. Los navegantes. 2. Los que, por razón de oficio, se encuentran de ordinario en un barco. 3. Los que trabajan en las plataformas petrolíferas. 4. Los jubilados que proceden de los oficios citados en los números anteriores. 5. Los alumnos de los institutos náuticos. 6. Los que trabajan en los puertos.
c) gente del mar: 1. Los navegantes y los hombres de mar. 2. El cónyuge, los hijos menores de edad y todas las personas que habitan en la misma casa de un hombre de mar, aunque ya no sea navegante (por ejemplo, un jubilado). 3. Los que colaboran de forma estable con la Obra del Apostolado del Mar.

2. Los capellanes y las autoridades de la Obra del Apostolado del Mar se esmerarán por lograr que la gente del mar cuente en abundancia con los medios necesarios para llevar una vida santa y reconocerán y promoverán la misión que todos los fieles, y en especial los seglares, de acuerdo con su condición específica, cumplen en la Iglesia y en el mundo marítimo.

III. Teniendo en cuenta las peculiares circunstancias en que se lleva a cabo la vida de la gente del mar, y considerados los privilegios que desde hace tiempo la Sede apostólica ha concedido a estos fieles, se dispone cuanto sigue:
1. Los hombres de mar pueden cumplir durante todo el año el precepto pascual relativo a la sagrada comunión, después de haber escuchado una predicación o catequesis adecuada sobre dicho precepto.
2. Los navegantes no están obligados a cumplir las leyes de la abstinencia y del ayuno, a las que se refiere el canon 1.251; con todo, se les aconseja que, cuando hagan uso de esta dispensa, en lugar de la ley de la abstinencia realicen una obra de piedad proporcionada y observen, en la medida de sus posibilidades, esas dos leyes el día del Viernes santo, en memoria de la pasión y muerte de Jesucristo.
3. Los navegantes, con tal que se hayan confesado y hayan comulgado, pueden lucrar la indulgencia plenaria en la fiesta del santo titular de su oratorio y el día 2 de agosto, si visitan con religiosa piedad el oratorio legítimamente erigido en el barco, y allí rezan la oración del Señor y el símbolo de la fe (Padre nuestro y Credo) orando por las intenciones del Sumo Pontífice.
4. Los mismos fieles, con las mismas condiciones, pueden lucrar una vez la indulgencia plenaria, aplicable solamente en sufragio de los difuntos, el día 2 de noviembre, si visitan con religiosa piedad el citado oratorio, y allí rezan devotamente la oración del Señor y el símbolo de la fe (Padre nuestro y Credo), orando por las intenciones del sumo Pontífice.
5. La gente del mar, respetando esas mismas condiciones, puede lucrar las indulgencias, de las que se habla en los nn. 3 y 4, en las capillas u oratorios de las sedes de la Obra del Apostolado del Mar. En los barcos donde no haya oratorio, los navegantes pueden lucrar dichas indulgencias rezando las mismas oraciones ante una imagen sagrada.

TÍTULO III

El capellán de la Obra del Apostolado del Mar

IV. 1. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar es el sacerdote nombrado de acuerdo con lo que establece el artículo XII,'2, 2, al que la misma autoridad que lo nombra le confiere el oficio del que habla el canon 564 del Código de derecho canónico para prestar atención espiritual a la gente del mar. En la medida de las posibilidades, conviene que se le encargue de forma estable dicho ministerio.
2. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar debe distinguirse por su integridad de vida, celo apostólico, prudencia y conocimiento del mundo marítimo. Conviene que conozca bien varias lenguas y goce de buena salud.
3. Para que el capellán de la Obra del Apostolado del Mar sea idóneo, en todo aspecto, para desempeñar su singular ministerio, es preciso que sea oportunamente instruido y esmeradamente formado antes de que se le encomiende esa peculiar labor pastoral.
4. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar debe identificar, entre los hombres de mar de ese lugar o entre los que estén de paso, a los que demuestren tener cualidades de liderazgo, y les ha de ayudar a profundizar su fe cristiana y su compromiso con Cristo, para que puedan crear una mejor comunidad cristiana a bordo.
5. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar debe identificar a los hombres de mar que tengan particular devoción al santísimo Sacramento y prepararlos para que la autoridad competente los nombre ministros extraordinarios de la Eucaristía y para que puedan desempeñar dignamente ese ministerio sobre todo a bordo de sus barcos.
6. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar presta asistencia espiritual en los centros llamados "Stella Maris" y en otros lugares que acogen a los hombres de mar.

V. 1. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar, en virtud de su oficio, puede realizar entre la gente del mar todos los actos que son propios de la cura de almas, excepto en materia matrimonial.
2. Las facultades del capellán del Apostolado del Mar son acumulativas con las del párroco del territorio en que se ejercen. Por esa razón, el capellán debe realizar su ministerio pastoral manteniéndose en comunión fraterna con el párroco del territorio e intercambiando sus consejos con él.
3. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar debe llevar esmeradamente el registro de los bautizados, de los confirmados y de los difuntos. Al final del año, deberá enviar un informe de todo lo que ha realizado al director nacional, como se establece en el art. IX,'2, adjuntando una copia auténtica de los registros, a no ser que los actos hayan quedado recogidos en los registros de la parroquia del puerto.

VI. Todos los capellanes de la Obra del Apostolado del Mar, en virtud de su oficio, tienen las siguientes facultades:
a) Celebrar la misa dos veces, si hay una causa justa, en los días ordinarios, y tres veces, si lo exige una verdadera necesidad pastoral, en los domingos y días festivos.
b) Celebrar regularmente la eucaristía fuera del lugar sagrado, si hay justa causa y observando cuanto establece el canon 932 del Código de derecho canónico.
c) Celebrar, la tarde del Jueves santo -conmemoración de la última Cena del Señor-, si así lo requieren las exigencias pastorales, una segunda misa en las iglesias y oratorios, y, en caso de auténtica necesidad, también por la mañana sólo para los fieles que no puedan participar en la misa vespertina.

VII. 1. El capellán de la Obra del Apostolado del Mar, que es designado por la autoridad competente para desempeñar su ministerio en los viajes por barco, está obligado a prestar asistencia espiritual a todos los que hacen el viaje, ya sea por mar, por lago o por río, desde el inicio y hasta el fin del mismo.
2. Sin perjuicio de lo que establece el canon 566 del Código de derecho canónico, el capellán, del que se habla en el número anterior, tiene la facultad especial de administrar el sacramento de la confirmación, durante el viaje, a cualquier fiel, con tal de que no haya a bordo ningún obispo en comunión con la Sede apostólica, y siempre observando todas las prescripciones canónicas.
3. Para asistir válida y lícitamente al matrimonio durante el viaje, el capellán de la Obra del Apostolado del Mar deberá recibir la delegación del Ordinario o del párroco de la parroquia en la que uno de los dos contrayentes tiene su domicilio o su cuasidomicilio o su morada al menos por un mes, o, si se trata de vagabundos o personas errantes, de la parroquia del puerto donde embarcaron. El capellán tiene la obligación de comunicar al delegante los datos de la celebración, para que quede constancia en el registro de los matrimonios.

VIII. 1. La misma autoridad competente para nombrar a los capellanes puede encomendar a un diácono, o a una persona laica o religiosa, la misión de colaborador de la Obra del Apostolado del Mar. Dicho colaborador ayuda al capellán y, conforme al derecho, lo suple en las funciones en que no se requiere el sacerdocio ministerial.
2. Los colaboradores de la Obra del Apostolado del Mar deben distinguirse por su integridad de vida, prudencia y conocimiento de la fe. Conviene que sean oportunamente instruidos y esmeradamente preparados antes de confiárseles esa misión.

TÍTULO IV

La dirección de la Obra del Apostolado del Mar

IX. 1. En cada Conferencia episcopal con territorio marítimo debe haber un obispo promotor, que se encargue de favorecer la Obra del Apostolado del Mar. La misma Conferencia episcopal se encargará de nombrar al obispo promotor, preferentemente entre los obispos de las diócesis que tengan puerto de mar, determinando la duración del cargo, y comunicará al Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes los detalles del nombramiento.
2. El obispo promotor elegirá a un sacerdote idóneo y lo presentará a la Conferencia episcopal, la cual, con un decreto por escrito, lo nombrará por un período determinado de tiempo director nacional de la Obra del Apostolado del Mar, con las tareas que se especifican en el art. XI, comunicando también su nombre y la duración de su cargo al Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes. El director nacional podrá contar con la ayuda de un colaborador apostólico.

X. Al obispo promotor corresponden las siguientes tareas:
1) Impartir directrices al director nacional, seguir atentamente su actividad y ofrecerle oportunos consejos, para que pueda cumplir convenientemente la misión que se le ha confiado.
2) Pedir en los tiempos establecidos, y cuando parezca oportuno, un informe sobre la asistencia pastoral a los hombres de mar y sobre el trabajo realizado por el director nacional.
3) Transmitir a la Conferencia episcopal el informe, del que se habla en el número 2, añadiendo su propia opinión, y estimular entre los demás obispos la sensibilidad hacia esta labor pastoral específica.
4) Estar en contacto con el Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes para todo lo que se refiera a la Obra del Apostolado del Mar, y transmitir al director nacional las comunicaciones recibidas.
5) Presentar al Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes un informe anual sobre la situación de la Obra del Apostolado del Mar en su nación.

XI. Las principales tareas del director nacional son:
1) Mantener relaciones con los obispos de la propia nación para todo lo que atañe al bien espiritual de los hombres de mar.
2) Enviar al obispo promotor, por lo menos una vez al año, el informe sobre el estado de las almas y la asistencia pastoral prestada a los hombres de mar de la propia nación: en dicho informe se deberá exponer tanto las actividades que hayan tenido éxito como las que posiblemente no hayan dado los resultados esperados, así como los remedios aplicados para curar los daños y, por último, todo lo que se considere eficaz para impulsar aún más la Obra del Apostolado del Mar.
3) Promover la debida preparación específica que deben tener los capellanes.
4) Dirigir a los capellanes de la Obra del Apostolado del Mar, respetando el derecho del ordinario del lugar.
5) Procurar que los capellanes cumplan con diligencia sus propios deberes y observen las prescripciones de la Santa Sede y del ordinario del lugar.
6) Convocar, con el consentimiento del obispo promotor y de acuerdo con las circunstancias del tiempo, congresos y ejercicios espirituales para los capellanes de toda la nación o para los capellanes y demás fieles que cooperan con la Obra del Apostolado del Mar.
7) Alentar y desarrollar con particular solicitud el apostolado de los seglares, favoreciendo su activa participación, teniendo en cuenta la diversidad de sus aptitudes.
8) Entablar y mantener relaciones regulares con las asociaciones y las instituciones asistenciales tanto católicas como no católicas, y con las organizaciones no gubernamentales, que persiguen también las finalidades propias de la Obra del Apostolado del Mar.
9) Visitar con frecuencia los centros donde se desarrollan las actividades de la Obra del Apostolado del Mar.
10) Enviar a la curia episcopal competente una copia auténtica de los registros de los bautizados, de los confirmados y de los difuntos, elaborados por él mismo o por los capellanes.
11) Enviar cuanto antes al párroco del domicilio de las personas interesadas los datos que deben recogerse en los registros parroquiales.
12) Entablar relaciones con la Obra del Apostolado del Mar de las naciones vecinas, y representar al propio país en un ámbito regional o continental.
13) Mantener contactos regulares con el coordinador regional, del que se habla en el art. XIII,'1, 6.

XII. 1. Es derecho y deber del obispo diocesano ofrecer con solícito celo la asistencia pastoral a todos los hombres de mar que, aunque sea durante breve tiempo, residan en el ámbito de su jurisdicción.
'2. Corresponde al obispo diocesano:
1) Determinar las formas más aptas de prestar atención pastoral a los hombres de mar.
2) Nombrar, de acuerdo con el director nacional, a los capellanes de la Obra del Apostolado del Mar en su diócesis y conferirles el debido mandato.
3) Conceder la licencia para la erección del oratorio en un barco, que esté inscrito en el registro público de un puerto situado en el territorio de su jurisdicción.

XIII. 1. El Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes, al que corresponde la alta dirección de la Obra del Apostolado del Mar, tiene como misión principal:
1) Dar las instrucciones de las que se habla en el canon 34 del Código de derecho canónico, y ofrecer exhortaciones y sugerencias con respecto a la asistencia pastoral de la gente del mar.
2) Velar, con la debida prudencia, para que ese ministerio se cumpla según las normas del derecho y de manera digna y fructuosa.
3) Ejercer las funciones propias de la Santa Sede en materia de asociaciones con respecto a las que existan en el ámbito de la Obra del Apostolado del Mar.
4) Ofrecer su colaboración a todos los que se ocupen de este servicio apostólico, animándolos y sosteniéndolos, y también corrigiendo posibles abusos.
5) Promover en el ambiente marítimo un espíritu ecuménico, velando al mismo tiempo para que ese espíritu ecuménico se desarrolle en armonía fiel con la doctrina y la disciplina de la Iglesia.
6) Nombrar, a propuesta de los obispos promotores, un coordinador para una región que abarque varias Conferencias episcopales, indicando sus funciones.

2. Para que la atención pastoral de la gente del mar resulte más eficaz y mejor organizada, corresponde al Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes favorecer y desarrollar la cooperación y la recíproca coordinación de las iniciativas con las Conferencias episcopales y con los ordinarios del lugar. El mismo dicasterio de la Sede apostólica entablará relaciones constantes con los institutos de vida consagrada y con las asociaciones y los organismos que pueden cooperar a nivel internacional con la Obra del Apostolado del Mar.

Todo ello, no obstante cualquier disposición contraria.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 31 de enero de 1997, decimoctavo de mi pontificado.